Ambientada en un mundo futuro no muy lejano, Charlie Kenton (Hugh Jackman) es un ex púgil vive en un mundo en el que el boxeo entre humanos pasó a mejor vida y ahora los robots han tomado el testigo. De todas maneras necesitan del control remoto para combatir y ha eso se precisamente se dedica el protagonista. Parece que todo estaba en su sitio hasta que de pronto desmontan su realidad entrando un nuevo elemento en su vida, su hijo.
Como ya pensaba antes y más desde que he visto el film que la temática de los robots luchando en un ring está sacado del anime "Alita, ángel de combate", con la diferencia de que los robots del famoso anime japonés eran ciborgs, es decir, que eran autónomos y tenían vida propia.
Queda claro que está pensada para que sea un producto para toda la familia y es correcta en todos los sentidos cuidando los detalles. De todas formas está muy bien hecha y el nivel de realismo es notable. Creo que no engañan a nadie, las cartas estaban sobre la mesa desde el principio y me gusta el resultado final.
La relación padre hijo me recuerda a "Yo, el halcón" de 1986, en la que conforme transcurre la trama el vínculo que los une se hace inevitablemente más fuerte. En este caso no importa demasiado que peque de poco original. Es de esas películas que están diseñadas y fabricadas para entretener casi dos horas. Cine palomitero pero que se consume a gusto. Le doy un 6.
La verdad que las dos horas que dura la película se hacen cortísimas,parecía que iba dirigida al público infantil pero está bastante cuidada,a mí me encantó :P
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