El cine español sigue aferrado al Festival de Málaga como su tabla de salvación


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Desde hace unos días en Málaga se respiraba un ambiente cinematográfico ante la proximidad de la noche de ayer, cuando el Festival de Cine Español de Málaga extendió su glamourosa alfombra roja y celebró la proyección de la película «¿Para qué sirve un oso?», de Tom Fernández, donde Javier Cámara, Gonzalo de Castro, Emma Suárez, Geraldine Chaplin y su hija Oona se han empeñado, consiguiéndolo, en rescatar para las carteleras el eslogan «para todos los públicos», del que Black Edwards fue doctor «honoris causa» para la eternidad. En el ambiente rural de la película, Geraldine se nos presenta como un personaje casi de western, a lo «Johnny Guitar». Comedia vital, sana en cuerpo (el planeta) y forma (la familia), para un certamen, o tabla de salvación, que desde que hizo sonar la claqueta de salida —este año también con el plus González-Sinde como apoyo— tiene claro que este año es de sorpresas, ya que casi todos los títulos a competición van firmados por directores noveles.


Mientras Ana Álvarez, Silvia Abascal, Hugo Silva, Blanca Suárez, Vanessa Romero y tantos otros reposaron la belleza ante la gala, corroboramos la bajada del presupuesto del festival a la mitad de hace cuatro años, porque las cosas están de esa manera; también los precios de las entradas. Algunos pases son gratuitos, cuando no a un euro, en la sección «La cosecha del año», lo que no es óbice para que el director de la cita, Carmelo Romero, saque todas sus armas dando más por menos: «Estas celebraciones cinematográficas se definen cada vez más como auténticos eventos culturales multidisciplinarios, como las exposiciones» (ocho este año). Destaca, en cuanto a diversidad, las producciones por autonomías, «como las que acuden rodadas en gallego, catalán, valenciano y vasco. Ponemos todo el esfuerzo para que exista una comunión entre los espectadores y el cine español», dijo.

El sol brillaba y algunos personajes acudieron a las terrazas. «Ay, mira —dijo una señora a una amiga—: ¡Coppola!». Y «Coppola» las miró. Era el respetado Enrique González Macho, aspirante a la presidencia de la Academia de Cine, con la piel pidiendo a gritos crema de protección. No se mostró triunfador: «Faltaría más», dijo el currante «independiente». Como dato a retener, el tour de forcede Santiago Segura para hoy: cuatro pases seguidos de la nueva entrega de «Torrente» y cuatro encuentros posteriores con el público. Así se forjan los héroes.

Este año recibirán premios el actor Luis Tosar, el director de Fotografía José Luis Alcaine y el cineasta Isaki Lacuesta, y se dedicará una retrospectiva a José Luis Borau.

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