"Morning glory" - Mike Pomeroy es la tercera peor persona del mundo

Una de las cosas que más me gustan del cine es la capacidad de sorprender al espectador. En mi caso fue que no esperaba gran cosa de lo que parecía la típica comedia previsible, pastelosa y con amenaza de quedarte dormido. No fue así.

Harrison Ford llevaba arrastrando la pesada carga de ser una estrella venida a menos desde hace más de una década, casi dos se podría decir. La última vez que encadenó dos o tres buenas películas seguidas o por lo menos destacable por su interpretación personal (lo que ha salvado a más de una producción) fue cuando hizo "Juego de patriotas" (1992), "El fugitivo" (1993) y "Peligro inminente" (1994). Seguramente se vio reflejado en el personaje ya que sería su homónimo (Mike Pomeroy) pero a nivel periodístico. Se agradece la mordacidad de los comentarios de su personaje, la acidez, la falta de tacto, el genio, la verborrea y egolatría de quien estuvo en lo más alto y no se resigna a bajarse del pedestal del éxito. Seguramente Ford pensó en cuanto leyó el guión que el personaje era un caramelo y lo aprovechó al máximo.

La incombustible Diane Keaton le da la réplica perfectamente. Si no tuviese la experiencia y la tablas de una grande del cine, el combate dialéctico en escena hubiese estado desnivelado pero ha quedado fetén. Rachel McAdams nos demuestra que una productora de TV es una mezcla de psicóloga, domadora de leones y adicta a la cafeína en vena. No desentona para nada entre las dos estrellas y tiene una vis cómica sutil pero convincente. Me podría imaginar a Anne Hathaway en el mismo papel pero es cuestión de gustos.

Los secundarios arropan a los actores principales de manera que al principio no notas que están ahí pero que ha medida que transcurre la trama van cobrando fuerza. Especial mención al hombre del tiempo.
Como el objetivo de una película es que entretenga y el de una comedia que te haga reír, para mí, el objetivo está conseguido. No importa que pueda pecar de previsible en algunos momentos. Le doy un 7.


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