Crítica de "Los amos de Brooklyn"

Si Fuqua se pone detrás de las cámaras para rodar un policiaco podemos esperar algo cuando menos interesante. Y esto ya lo demostró con la magnifica Training Day donde ayudado por un Denzel Washington en auténtico estado de gracia, entregó uno de los mejores thrillers policiacos de los últimos tiempos que además le valió el Oscar por su brillante interpretación.

En este caso y rodeado también de un plantel de actores de calidad, el proyecto se queda a medio gas debido a los reiterados tópicos y a una excesiva duración, que actúan como un lastre en la historia cruzada que se nos relata. Sin embargo es loable el trabajo de sus tres protagonistas en el desarrollo de la historia,a saber: el policía que se encuentra en esa delgada línea entre el bien y el mal (Cheadle), el agente veterano pasado de todo y cansado de su trabajo (Gere) y el que se encuentra en una difícil encrucijada entre el deber profesional y su familia (Hawke).

En general podemos hablar de una cinta correcta, con unas interpretaciones ajustadas y una historia muchas veces vista y oída, que se deja ver con interés aunque no llega a apasionar. Resulta casi inevitable la comparación con la estupenda Training Day, quedando esta por debajo, sin embargo si se sitúa por encima de la media en el trillado,agotado y saqueado género del cine policial.

Un demasiado alargado metraje y muchas situaciones convencionales de este tipo de cine acaba por hacer excesiva mella en el resultado final,que pedía a gritos una agilidad en el desarrollo que lamentablemente brilla por su ausencia.

Traiciones,dudas,corrupción y acción es lo que ofrece Antoine Fuqua en un largometraje que, sin ser lo mejor de su filmografía, si resulta una opción interesante para los amantes de los policiacos puros y duros.