Crítica de "Nader y Simin, una separación"

Farhadi puede que sea un director desconocido para el gran público pero lo cierto es que lleva casi una década haciendo cine y entregando películas de bastante nivel. En los orígenes de su filmografía podemos descubrir obras como "Beautiful City" (2004) y "Fireworks Wednesday" (2006), ya daba muestras de fuerza para narrar y de saber mover a los actores, generalmente todos no profesionales.


Fue con su espectacular trabajo en "A propósito de Elly" (2009) cuando por fin se dio a conocer realmente. Una película de intriga que mezclaba a Hitchcock con Antonioni y que daba esperanzas sobre otro tipo de cine salido de Irán, tan acostumbrado al drama rural.

En su nuevo trabajo, ganador de tres premios en Berlín incluyendo el de "Mejor película" el director sigue buceando en la sociedad del país para contarnos la historia de una familia que está al borde de la ruptura. Poco a poco se van añadiendo más capas hasta que el collage completo se perfila y nos muestra, con un ejercicio dramático en el que no hay frialdad, sino cercanía, cómo las cosas pueden no ser siempre como aparentan.

Dirigida con solidez e interpretada con muchísima convicción (gran trabajo conjunto de todos los actores que interpretan como si fueran actores experimentados), "Nader y Simin" parte de la "separación" que refleja su título para crear la unión, en este caso del espectador con lo que se está contando, sin apenas altibajos (dura dos horas y sólo en momentos muy aislados reincide sobre lo mismo) y siendo generoso con lo que se muesta, dando pistas, ninguna falsa, para que la cosa funcione sin agrietarse.

Puede equipararse en nivel "A propósito de Elly" pero no una guerra contra si mismo valorando si una película es mejor que otra, más bien es una lección cinematográfica en el que lo que se muestra es casi tan importante como aquello que se oculta. Una buena película.

Valoración: 8/10.


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