"Los pingüinos del Sr. Poper": comedia de consumo rápido

Sarna con gusto no pica, o eso se suele decir por estos lares. Jim Carrey hace bien lo que hace pero no le pidas más de lo que le puedes dar. Si eliges ver una película como esta sabes que vas a disfrutar del arsenal de gags de Carrey y las anécdotas de sus nuevos compañeros del ártico pero peca de falta de originalidad y antes de terminar los primeros 5 minutos de película ya sabes como va a transcurrir toda la trama. Hecho en falta en esta cinta el contrapunto interpretativo que le haga algo de sombra a Jim Carrey que monopolizada cada plano.

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Mark S. Waters ("Los fantasmas de mis ex novias", es un director que me está demostrando que no aspira de demandar más que su pedacito del pastel que le corresponde dentro del cine comercial. Este tipo de cine es como la comida rápida; llegas al cine, la consumes y la olvidas. Los guionistas no se merecen ni que los nombre así que prefiero hablar de los actores que hacen de escuderos de Carrey en esta aventura para todos los públicos. Los actores que interpretan a los hijos de Carrey no tienen personalidad y la niña es un poco odiosa y Carla Gugino (la mujer de Carrey) no emociona ni trasmite ninguna sensación al espectador. Sin embargo la grata sorpresa de la cinta es reencontrar a Angela Lansbury interpretando a la dueña de un restaurante que demuestra que no ha perdido su toque y se notan tantos años de experiencia delante de las cámaras.

¿Les gusta la comida rápida y los gags de Jim Carrey? Vayan a verla pero les doy como alternativa cualquier película de Jerry Lewis, que son mejores películas y contienen prácticamente el mismo repertorio de gags ya que son de éstos mismo de los que aprendió el propio Carrey a fabricar los suyos.

Le doy un 3,5

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