Crítica de "Drive": cine de culto desde ya


Samurai driver

Nicolas Winding Refn se confirma como uno de los directores más interesantes del último lustro, y nos regala una película que mezcla el cine comercial con el de autor. Si bien en anteriores trabajos ("Bronson", "Valhalla Rising") había destellos de gran cineasta (con el factor común de la violencia sin tapujos a lo Peckinpah), aquí deja sin concesiones a la relajación durante todo el metraje.

Es la historia de un conductor de pocas palabras, misterioso, multiempleado, que se rige por el código ético de un samurai tanto en sus trabajos honrados como en los delictivos. Y aquí es donde Ryan Gosling borda (una vez más) un personaje que te atrapa desde el maravilloso prólogo del filme donde escuchamos su voz en off explicando sus reglas.

Persecuciones de coches (sobresalientes), buenos diálogos, secundarios de lujo (magnífico Albert Brooks como gángster) y unas canciones maravillosamente escogidas.

Cine de culto desde ya. No se la pierdan.

Valoración: 9/10.


TOSHIRO.

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