Crítica de "The yellow sea" - Extrema, como la vida misma

Película coreana que refleja la vida en los bajos fondos de la sociedad con toda su pobreza, miseria, problemas y las mafias ahogando más si cabe a la gente para hacerla doblemente miserable, sobre todo, si tuviste la mala fortuna de deberles dinero por cualquier causa como el juego en este caso.

La habilidad del mafioso radica en saber administrar las adicciones y necesidades humanas para que de una manera u otra termine dependiendo de ti. Si es realmente bueno incluso dominará sobre la voluntad de la adicción que tome su cliente, anulando su voluntad. Las deudas económicas harán el resto.

Abandonado por su mujer, a cargo de una niña pequeña y habiendo heredado una deuda inasumible, nuestro protagonista tendrá que tomar decisiones que marcarán su vida hasta llegar a un punto sin retorno.

Lo interesante de "The yellow sea" es que acomete sin pudor escenas que llegan a los extremos y que muy posible censurarán en USA cuando algún día se les ocurra hacer su propio remake ya que no doblan películas y no creo que sean muy pro cine coreano, aunque seguro que Tarantino ha tomado buena nota.

Premiada al mejor director (Na Hong-jin) en el Festival de Sitges en 2011 y presentada en el Festival de Cannes donde causó furor en la sección Un Certain Regard, y tras ganar Ha Jung-woo el premio al Mejor Actor en los Asian Film Awards, se trata es uno de los más importantes y espectaculares títulos del año de la cinematografía surcoreana.

Por su forma de narrar la historia, por su absorbente banda sonora, por como retrata al protagonista, a la sociedad que le rodea y como se va desarrollando hasta llegar al desenlace final, merece la pena ver los 156 minutos que dura, aunque comprendo que para más de uno esto se lo hará pensar dos veces.

Valoración 7,5/10.

ÁNGEL CASTILLO MARCOS