James Bond, Isabel II y el caballo de Calígula

Escrito por Ángel Castillo Marcos | twitter: acastillomarcos

La hipocresía y la fanfarria de Isabel II de Inglaterra llega hasta límites que rozan el rídico. Con motivos del espectáculo de la ceremonia que abrirá Londres 2012, la próxima misión de James Bond podría ser que inaugure los Juegos Olímpicos.

Me parece correcto que James Bond sea un el orgullo británico representado en su servicio secreto, pero de ahí a nombrar a Daniel Craig caballero del Imperio Británico me parece un locula propia de Calígula que nombró a su caballo Cónsul de Bitinia.

La devoción de Calígula por su caballo llegaba a extremos ridículos. En un primer momento mandó construirle una caballeriza de mármol con pesebres de marfil para su uso exclusivo, pero pronto llegó a darle toda una villa con jardines y 18 sirvientes para su cuidado personal. Dormía con mantas de color púrpura (el tinte más caro en la Antigua Roma, reservado a la familia imperial) y llevaba collares de piedras preciosas.

Exageraciones aparte, ¿es necesario seguir nombrando Caballeros en pleno siglo XXI? ¿No hay personas en el mundo de la cultura y de la ciencia que se lo merezcan más? En verdad da igual, Isabel II, a su edad, va a hacer lo que le salga de la Gran Bretaña y si lo siguiente que quiera hacer es montar un show a lo Jay Leno, lo hará.

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