"El americano", la soledad de un sicario

"Está usted en el infierno"

Nos vemos transportados en imagines por la vision de Martín Booth plasmadas por Anton Corbijn acerca de la Cosa Nostra en un ambiente diferente al que nos hemos acostumbrados últimamente, la vieja Europa.

Pueblos abandonados y envejecidos, nuevos ricos, ambiente de secretismo, encubrimiento… omertá.

La deshumanización del sicario es la misma que la del terrorista, el aislamiento del alma llega a los extremos para que el trabajo que tiene que hacer quede satisfecho sin errores.

George Clooney cumple con creces en un papel difícil por su contención gestual, y logra que, por momentos, aborrezcamos su personaje quedando en el olvido nuestra concepción del Clooney actor.

Secundarios con muchas tablas en el mundillo como Violante Placido que aporta una belleza a la vez carnal y escultural y tiene una sonrisa que ilumina la pantalla. Su secuencia nudista en el lago parece sacada de “El Nacimiento de Venus” de Botticelli. También tenemos al veterano actor de teatro Paolo Bonacelli, que compone con derroche de recursos un cura bonachón, paternalista, escudriñador, inquisitivo y metomentodo.

Los paisajes que se suceden durante la trama envuelven como un regalo la cinta pero ni con tan bello envoltorio puede evitar la caída progresiva del argumento que va mermando la credibilidad de los personajes.

El Americano es un viaje por la soledad del alma de un hombre atrapado por su presente y su pasado de sicario.

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