Crítica de "Dredd" - Juez, jurado y verdugo

Escrito por Ángel Castillo Marcos | twitter: @acastillomarcos
Ahora sí. He tenido que meditar durante largo tiempo el degustar una nueva adaptación al cine de uno de los cómics que mejor recuerdo me dejaron hace ya demasiado tiempo. Diecisiete años saboreando el regusto amargo del patetismo dirigido por Danny Cannon en 1995 que devaluaba un icono del cómic futurista con estética ciberpunk a una película de cine de acción para niños.

"Dredd" está ambientada en un futuro apocalíptico de la costa este de los Estados Unidos que se encuentra poblada por una metrópolis caótica llamada "MegaCity Uno" en la que los criminales mandan y la única fuerza del orden recae en los llamados "Jueces", quienes poseen los poderes de policía, juez, jurado y verdugo. El Juez Supremo de aquel lugar es Dredd (Karl Urban), quien tiene el desafío de liberar ese territorio de una droga nueva que está revolucionando las calles y la responsabilidad de entrenar a Cassandra Anderson (Olivia Thirlby), una novata con poderes psíquicos producto de una mutación genética. Dredd tiene que evaluarla durante una jornada de trabajo para saber si vale para el puesto. Ante una alerta de un triple asesinato, la pareja de jueces se adentra en un bloque vertical de 200 pisos de controlado por "Ma-Ma" (Lena Headey), una prostituta convertida en traficante, y su clan.

Desde los títulos de crédito ya se sabía que esta película era algo totalmente nuevo. No es un remake, es como se dice últimamente un reinicio, otra manera de contar la historia, más fiel al original, tratada con el respeto y seriedad que se merece. Salta a la vista el gran trabajo de fotografía, que traslada al espectador a un nuevo mundo futurista, corrupto, decadente y violento dominado por delincuentes repartidos en una lucha continua con dos frentes abiertos; contra los jueces y los demás clanes. La estética, la dureza de las imágenes y la ambientación lúgubre envuelven de manera convincente a "MegaCity Uno" dándole vida, haciéndola real. Se desecha cualquier contención burocrática que censure el metraje, bien hecho. El uso de la cámara super lenta en este film sólo se puede calificar como necesario. Me explico. Era la manera perfecta de recrear las sensaciones de la droga Slo-Mo para asistir en primera fila como espectador de los efectos que produce. Me quedo con las escenas del triple homicidio y con el asalto a la habitación.

El cuidado por los detalles hacen que la película funcione. Desde las charlas de Dredd con Anderson, la evaluación, el humor sarcástico, la "fauna" del bloque Peach Trees y su distribución, la tecnología y en general todo lo relacionado con el Juez Dredd. Que no se quitara el casco en toda la película es un detalle que me ganó completamente. Es algo que sólo pueden apreciar los lectores del cómic. El arma reglamentaria es como debe ser, práctica y letal, sin artificios baratos. Otro detalle es el uniforme, más real que el despropósito de disfraz que llevaba Stallone en el 95. Se puede incluso apreciar el desgaste del uniforme de Dredd, como por ejemplo los arañazos y abolladuras del casco del veterano juez curtido en las calles durante años.




Dejando claro el tipo de película que es, merece ser reconocida como una de las mejores adaptaciones de comic de 2012. Gran parte de su éxito se lo debe a que el guión fue separado en dos partes muy bien diferenciadas. Alex Garland se encargó de guionizar la trama principal y por otro lado John Wagner y Carlos Ezquerra fueron los elegidos para escibir y desarrollar los personajes. ¿Qué es lo que tiene de especial? Pues que Wagner y Ezquerra son los creadores del cómic original, ejerciendo las tareas de guionista y dibujantes respectivamente. Tenemos que estar orgullosos además de Carlos porque es Español, natural de Zaragoza. A veces firma sus obras con el seudónimo L. John Silver. Ahora podéis entender el por qué esta película está tan cuidada al detalle y es tan fiel al original. Es algo parecido a lo que ocurre con la serie "Juego de Tronos" que tiene como asesor y a veces guionista de algún que otro episodio al mismísimo George R.R. Martin.

Sobre estos cimientos se han contruído tres personajes que son los pilares sobre los que se sostiene la película. Olivia Thirlby le da a su personaje justo lo que necesitaba, con su dosis justa de inseguridad y de caracter cuando el momento lo requería. la buena química que tenía con Karl Urban traspasaba la pantalla. Lena Headey nos ofrece de nuevo un papel de villana, al igual que su papel de Cercei Lannister en "Juego de Tronos" pero con una profundidad distinta. Ma-Ma es una mujer territorial, sin escrúpulos, sanguinaria hasta el extremo y que infunde miedo sin dar un sólo grito. Por último tenemos a Karl Urban, que entendió perfectamente la esencia y naturaleza de Dredd. Es complicado interpretar usando tan sólo las expresiones faciales de nariz para abajo. El mérito ha sido usar el tono adecuado y sacarle partido al humor sacarcástico del Juez.

Me gustaría hacer una mención especial a la banda sonora creada por Paul Leonar-Morgan en la que hace unos de los usos más inteligentes y mejor aprovechados de la música electrónica utilizando como voz principales los sintetizadores. Se compone de veintidós cortes de los que destacaría "Mini-Guns", "Order in the chaos", "Taking over Peach Trees" y sobretodo "She's a Pass", mi favorita. Podéis escuchar los temas de manera gratuita aquí.

Valoración: 8/10.

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