Humor y camaradería en el almuerzo que reúne a los candidatos al Óscar


(EFE).- El tradicional almuerzo organizado por la Academia de Hollywood reunió a los nominados al Óscar tres semanas antes de la gran ceremonia del cine, un evento que sigue siendo "importante" incluso para los más experimentados, como Robert De Niro, y que hace que novatos, como Quvenzhané Wallis, se sientan en un cuento de hadas.
"Sigue siendo importante", admitió con su clásico laconismo el veterano intérprete, casi cuatro décadas después de haber conseguido su primera candidatura por "The Godfather Part II" (El Padrino II) (1974). Ahora aspira a lograr su tercera estatuilla dorada, como mejor actor de reparto por "Silver Linings Playbook" (El lado bueno de las cosas).


"Quería trabajar con (el director) David O. Russell y dije que sí sin pensarlo en cuanto hubo ocasión", reconoció.
Con los ojos repletos de ilusión y también algo temerosos apareció Wallis, quien a sus nueve años es la más joven de la historia en ser nominada al Óscar como mejor actriz principal, por su trabajo en "Beasts of the Southern Wild" (Bestias del sur salvaje).

"Estoy contenta, entusiasmada por estar aquí. Aunque nunca piensas que algo así vaya a suceder a mi edad", dijo la intérprete desde un atril, subida a una plataforma para poder alcanzar al micrófono, ante el centenar de periodistas que se reunieron en una de las salas del hotel Beverly Hilton, donde tuvo lugar el convite.
La pequeña explicó que sus amigos, para evitar la dificultad de pronunciar su nombre, la llamen simplemente "Kiu".
Entre las tablas de uno y la ilusión de la debutante se enmarcan toda clase de emociones, desde las ganas de recorrer la alfombra roja el próximo día 24 en el Teatro Dolby de Hollywood, como admitieron las actrices Jessica Chastain y Jennifer Lawrence, hasta la incredulidad de estar viviendo un momento así, según confesó Ben Affleck.
"Todas las mujeres sueñan con el vestido del día de su boda, ¿verdad? Yo siempre he soñado con el que llevaría en los Óscar", comentó Chastain. "Todo esto parece una carrera, pero yo siento que ya he ganado. No quiero descuidar esta sensación. Es importante saborearlo", añadió.
Lawrence, su gran rival como mejor actriz, bromeó diciendo que ella llevará sus pantalones de ir a correr, como los que luce en "Silver Linings Playbook" mientras acosa al personaje de Bradley Cooper.
La actriz se sube al tren de quienes apuestan por disfrutar de la gala sin importar el resultado. "Me emborracharé y que me lleven después a la fiesta de Vanity Fair", declaró entre risas.
Ninguna de ellas ha decidido aún qué vestido lucirán el día. Es el caso también de Anne Hathaway, la gran favorita al Óscar como mejor actriz de reparto por "Les Misérables".
"Ayer estuve ocupada con el Super Bowl. No podía pensar en vestidos con toda esa comida deliciosa enfrente de mí", sostuvo con su magnética sonrisa, la misma que lucieron Ben Affleck y Bradley Cooper, dos de los grandes galanes de Hollywood.
Affleck habló sobre esa percepción existente de que su filme, "Argo", está ganando enteros respecto a las posibilidades de cintas como "Lincoln" o "Life of Pi" (la vida de Pi), a pesar de que su nombre no figure entre los candidatos como mejor director.
"Los cálculos os los dejo a vosotros. Os aseguro que para mí es un honor increíble estar nominado como productor. Hay nueve cintas nominadas y cualquiera puede ganar. No me preocupo de lo demás. He pasado muchos años viendo la gala desde casa", indicó con su carisma personal.
Affleck dedicó unas palabras también al mexicano José Antonio García, nominado en la categoría de mejor mezcla de sonido.
"Gracias a él aprendí palabras nuevas como 'cabrón'. Se pasó todo el rodaje llamándome así. Es un tipo alucinante y tengo una buena amistad con él", reveló.
Por su parte Cooper reconoció que su papel en "Silver Linings Playbook" puede cambiar su trayectoria en la industria. "Creo que no estuve aquí con 'The Hangover' (Resacón en Las Vegas), así que puede ser", confesó el actor, quien irá con su madre al gran evento.
Ante los micrófonos de la Academia también comparecieron Amy Adams, Christoph Waltz -"le debo a Tarantino más de lo que me gustaría admitir", declaró-, Hugh Jackman, Sally Field, Tim Burton -con el brazo izquierdo en cabestrillo por una caída-, Jackie Weaver -radiante en tono coral a sus 65 años-, Denzel Washington -ardía en deseos de conocer a la pequeña Wallis, según comentó- y Naomi Watts.
La actriz se deshizo en elogios al hablar del director de "The Impossible", el español Juan Antonio Bayona.
"Tiene como objetivo plasmar la realidad. Lo que ves en la película es exactamente lo que le ocurrió a aquella familia. A Juan le esperan cosas geniales por delante", afirmó.
Por último, Craig Zadan y Neil Meron, productores de la 85 edición de los Óscar, prometieron más tiempo dedicado al "entretenimiento" y "actuaciones musicales" que en años anteriores.

Comentarios