Crítica: "Woman in black" ("La mujer de negro") - una somnífera historia de terror

Arthur Kipps es un joven abogado cuya empresa lo envía a un lugar remoto para vender la casa de un cliente que acaba de fallecer. La gestión, aparentemente rutinaria, tropieza con ciertas dificultades: los vecinos se muestran reacios a hablar sobre la casa o a acercarse a ella; además, nadie está dispuesto a admitir la existencia de una mujer de negro que él está seguro de haber visto.

"The Woman in Black" ("La mujer de negro") no tiene claro en ningún momento lo que realmente quiere transmitir. Balbucea un confuso amasijo de intenciones que no se materializan en nada. No hay misterio, ni tensión ni terror. Tal vez pueda transmitir sueño al espectador, pero se reincorporará de nuevo en su asiento con algún grito esporádico de la enlutada mujer.

La puesta en escena es competente y la fotografía se puede calificar de notable, pero ni con esas se puede camuflar una historia que no se la cree nadie. No convence en ningún momento, y no es culpa de los actores, que se ven doblemente perjudicados por la anárquica dirección de James Watkins ("Lago Eden").
La película atesora además todos los clichés del género, quedando abocada al más absoluto fracaso, seguido del consecuente olvido. No se qué pensaba Jane Goldman al guionizar la novela de Susan Hill, tal vez imitar el estilo actual del cine de terror asiático.

Daniel Radcliffe consigue desprenderse de la larga sombra de Potter, sintiéndose liberado para ejecutar una interpretación seria y creíble. Se le ve esforzado e implicado en llevar a buen puerto a su personaje. Las escenas junto a Ciarán Hinds son lo poco salvable de un film. que se hace pesado hasta para la siesta de la sobremesa. Watkins despacha la cinta por la vía rápida con un final tan decepcionante con el resto del film.

Valoración 2/10.

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