(EFE) - Martin Scorsese finalmente rodará Silence, un proyecto largamente acariciado por el cineasta neoyorquino, con Andrew Garfield (The Amazing Spider-Man) como protagonista, informó la edición digital de la revista Variety.
Contará también con la participación del actor japonés Ken Watanabe
Tras dos décadas tratando de concretar la producción, Scorsese rodará en junio del próximo año esta cinta, basada en la novela del fallecido escritor japonés Shusaku Endo, acerca de las dificultades de los misioneros jesuitas en ese país asiático.
El filme, cuyos derechos internacionales se negociarán en el próximo Festival de Cannes, contará también con la participación del actor japonés Ken Watanabe.
En declaraciones a la publicación acerca del proyecto, Scorsese indicó que se trata de un filme muy personal acerca de las raíces de la fe religiosa, materia que ya abordó en cintas como The Last Temptation of Christ (1988) o Kundun (1997). "Es algo que siempre ha formado parte de mi vida", aseguró.
"Es difícil de entender para la gente que no creció en ese mundo, el del catolicismo en Nueva York durante los años 50. Me impresionó lo suficiente como para ser parte de ese mundo, y a los 15 o 16 años me di cuenta de que era mucho más duro y complicado de lo que pensaba, en términos de vocación", añadió.
Contará también con la participación del actor japonés Ken Watanabe
Tras dos décadas tratando de concretar la producción, Scorsese rodará en junio del próximo año esta cinta, basada en la novela del fallecido escritor japonés Shusaku Endo, acerca de las dificultades de los misioneros jesuitas en ese país asiático.
El filme, cuyos derechos internacionales se negociarán en el próximo Festival de Cannes, contará también con la participación del actor japonés Ken Watanabe.
En declaraciones a la publicación acerca del proyecto, Scorsese indicó que se trata de un filme muy personal acerca de las raíces de la fe religiosa, materia que ya abordó en cintas como The Last Temptation of Christ (1988) o Kundun (1997). "Es algo que siempre ha formado parte de mi vida", aseguró.
"Es difícil de entender para la gente que no creció en ese mundo, el del catolicismo en Nueva York durante los años 50. Me impresionó lo suficiente como para ser parte de ese mundo, y a los 15 o 16 años me di cuenta de que era mucho más duro y complicado de lo que pensaba, en términos de vocación", añadió.
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