Crítica de "Warrior" - A golpes con la vida.

Hoy día, es casi imposible que una película con las características de "Warrior" pueda tener la suficiente originalidad para que pueda sorprenderte, ya que filmes como "Campeón", "Contacto Sangriento", la saga "Rocky" y, sobre todo, "The Fighter" te vienen enseguida a la cabeza. Más aún cuando la historia nos narra la relación entre una familia destrozada por el alcohol, la enfermedad y la crisis económica. Le da a uno la sensación de que esta película ya la ha visto... Y, sin embargo, "Warrior" sorprende.

Gavin O´Connor maneja muy bien las dolorosas relaciones familiares entre el trio protagonista, como ya hiciese anteriormente en su anterior "Cuestión de Honor". Un ex-marine con secretos (Tom Hardy, próximo némesis de Batman), un profesor de instituto y cabeza de familia con muchas deudas (Joel Edgertony, visto en "Animal Kingdom") y el padre de ambos, alcóholico, que les abondonó hace muchos años, y que los instruyó en el arte de la lucha desde pequeños (estupendo Nick Nolte).

A todo esto, se le añade los salvajes combates de artes marciales mixtas, donde es un milagro llegar a más de un asalto dada la violencia de semejante deporte, donde los dos hermanos (que tambien tienen viejas rencillas entre sí) tendrán que luchar el uno contra el otro ante la sufrida mirada del padre de ambos.

Funciona como drama y como película de acción, estando muy por encima de la mayoría de las películas del género. ¿Le falta originalidad? Pues sí. ¿Emoción? ¡Por supuesto!

Valoración 8/10.


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