"Agosto", un golpe de calor que acaba con el "hype" de los Oscar

Existen distintas formas de llamar la atención del espectador para que vaya al cine a ver una determinada película. Ahora, debido al esfuerzo económico que tenemos que invertir para disfrutar de nuestro hobby en pantalla grande, hay que pensarlo dos veces antes de dar el paso. Analizamos el film, escudriñando y analizando los pros y contra. Buscamos una señal que nos diga que vamos a disfrutar con la experiencia cinéfila. 

En esta época del año, como suele ser habitual, atrae el hecho de ver una película nominada a los premios Oscar. Si bien esto no asegura nada al espectador, por lo menos tiene una base más o menos sólida para dar el paso. En el caso de "Agosto" lo que atrae principalmente es el reparto. La sinopsis no aporta nada nuevo en el horizonte y el director, Jhon Wells no ha hecho méritos suficientes para que su nombre ejerza de reclamo por si solo.
Su experiencia se basa principalmente en la dirección de series como "Shameless" en 2011 o "Smith" en 2006. Si bien ha dirigido largometrajes como "The company men" en 2010 (en el además hace las veces de guionista), no resulta un trabajo sobresaliente.

Si se hace un film como este, en el que hay un único escenario donde se desarrolla toda la trama, hay que buscar formas alternativas de atraer al público. La forma lógica, aprovechando la calidad de los actores, sería un guión potente, original y con buenos diálogos. El caracter teatral de la cinta no tendría que ser un inconveniente si se le saca partido. En este caso, el ritmo de toda la obra es excesivamente lento y aburrido, dejando todo el éxito o fracaso del film al talento de sus protagonistas.



La gran interpretación de Meryl Streep, Julia Roberts o Chris Cooper maquillan las carencias de Jhon Wells en la dirección de actores, aunque no la ocultan por completo. Lo único que se puede sacar en claro es a pesar de un guión plano, siempre se pueden sacar cosas positivas. En mi caso, son las batallas dialécticas entre Meryl Streep contra todo y contra todos especialmente con Julia Roberts. No creo que vuelva a verla de nuevo ni que pase a la historia como un gran película. No deja de ser un producto insípido que ha tenido la fortuna de ser impulsado y mediatizado por la marca Oscar. Le doy un 5/10.

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