"Big bad wolves" - la película del año, según Tarantino

"Big bad wolves" es una película israelí de 2013 que está actualmente en cartelera desde el pasado 23 de Mayo. Ha sido premiada en el Festival de Sitges 2013, con los premios a mejor director y mejor banda sonora. Bajo la dirección tenemos a Aharon Kerhales y Navot Papushado. Este dúo trabajan juntos desde sus inicios. Cuentan con tres películas en su currículum, siendo "Big bad wolves" la segunda de ellas. En 2010 vio la luz "Rabies", un thriller de terror israelí tipo slasher, que al igual que la cinta de la que vamos a hablar, está producida por United Channel Movies.  Parece que su incursión en el mundo del terror, les ha valido para vivir la experiencia americana y ser elegidos como parte de los 26 directores de "The ABC of death 2", entre los que podemos encontrar a Alex de la Iglesia.

No voy negar que a pesar del cumplido que le regala Quentin Tarantino a este film, tenía mis dudas sobre lo que me podía encontrar una vez comenzase a verla. Ese recelo, desapareció en el minuto uno por el trepidante comienzo, que con inteligencia, muestra un cruento prólogo a cámara lenta, para poner al día al espectador en un abrir y cerrar de ojos. Para reforzar el dramatismo, Haim Frank Ilfman nos regala una armonización sin estridencias ni percusión, tan propia del género. La melodía, al sugerir una dulcificación de horror, junto a una fotografía en el primer tercio de metraje basada en tonos tierra, dejan al espectador amarrado a la butaca.

Gracias a una brillante dirección, perdemos ser testigos de excepción, ante la negligente forma de actuar de un sector de la policía israelí, durante la investigación de los crímenes perpetrados por un asesino en serie. Al salir a la luz los métodos con lo que intentan sacar la confesión al sospechoso, tienen que dejarlo libre por un defecto de forma. Micki (Lior Ashkenazi) es apartado del caso, aunque siguen apareciendo cuerpos de niñas decapitados. A pesar de todo, no cesa en su empeño por resolver el caso y continúa investigando por su cuenta. Por otro lado tenemos a Gidi (Tzahi Grad), el padre de una de las víctimas, que pondrá todo lo que esté en su mano por cobrarse la venganza por lo que le ha ocurrido a su hija. 

A partir de aquí la trama se acelera de manera vertiginosa, sembrando en el espectador durante toda la película la duda de si Dror (Rotem Keinan), es el asesino que buscan, o es una víctima inocente del proceso de tortura al que le someten. Hay que decir que lo que ocurre en el sótano no es para estómagos sensibles, sobre todo cuando le llega el turno del sádico del padre de Gidi. 

Las interpretaciones me parecen fantásticas por parte de los cuatro protagonistas. Muy creíbles en la forma de actuar. Sobrios y aportando en su justa medida lo que necesitan sus papeles. Hay que valorar lo bien escritos que están los personajes, y esto, es nuevamente mérito de los directores, que son también los responsables del guión. Como detalle me gusta el tono del movil de Gidi, con la "Cabalgata de la walkirias" de Wagner, toda una declaración de intenciones. También es para elogiar la fotografía de la segunda mitad de la cinta, que me recordó bastante a las pinturas negras de Goya. El ritmo durante toda la trama es bastante bueno, bajando un poco el nivel en el tramo intermedio pero remonta con un gran final que cierra perfectamente la historia. Totalmente recomendada. Le doy un 8/10.


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